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29/9/10

PlayStation. 15 años.

















Hace tiempo que quería escribir sobre la historia tan accidentada de una de las máquinas de videojuegos más representativas de los últimos años, y de la madre de la misma, quien pasó de prácticamente despreciarla a venerarla y mimarla por culpa de su inesperado éxito a nivel mundial.  Éxito por cierto, que fue el producto de una hermosa conspiración de la vida para darle todos los ingredientes necesarios en los momentos necesarios. Este mes se celebran los 15 años de su lanzamiento en nuestro continente y qué mejor excusa para recordarla que esta.

Hablar de Playstation como marca en estos días es dar pie a un sin fin de discusiones y puntos de vista que quizás no logremos conciliar.  Que si la marca perdió el camino, que si algún día sacarán algo original, que si la PSPgo es una plasta de caca, que si las versiones de PS3 en algunos juegos tienen más problemas que las versiones de 360... en fin, una variedad de opiniones tanto buenas como malas que al recién llegado no harán más que confundir.

Pero hace unos años atrás, en la segunda mitad de los 90's, decir Playstation era el equivalente a darle una alabanza a los dioses. Sony llegó siendo una inexperta en el área de las consolas de sobremesa  (un campo en el cual como todos sabemos, Sega y Nintendo se peleaban a muerte) para convertirse en el rey absoluto del mercado en menos de un año. Ni la imagen poderosa de Nintendo, ni las ideas humm... digamos "visionarias" de Sega ni su carisma fueron suficientes para detener el paso arrasador de la primera consola de Sony.

Visto desde afuera es interesante pero fácil de olvidar en algunos momentos, pero cuando se conoce un poco más de cómo fue su creación y las ideas detrás de ella, uno puede entender que lo de número uno se lo tenían completamente ganado y no se olvidará tan fácilmente.

Empieza la novela
"Estamos desarrollando un nuevo lector de CD's para la SNES que además de leerlos será capaz de lanzar misiles y servirá de medio para el contacto con civilizaciones extraterrestres." Estas fueron las declaraciones de Sony en el Consumer Electronics Show de 1991 al anunciar su nueva aventura con Nintendo..... bueno, quizás no exactamente con esas palabras, pero la idea está implícita.  En el CES del 91 Sony anunció que estaba desarrollando una nueva máquina en unión con Nintendo, la cual básicamente era una SNES con lector de CD-ROM incorporado. La cabeza pensante detrás de este proyecto no era otro que Ken Kutaragi, un hombre del que hablaremos más adelante.

Ken Kutaragi
En sí el anuncio no tenía por qué sorprender más de la cuenta. Sony en unión con Philips había desarrollado la tecnología de los CD's unos años atrás por lo que no había, en teoría, mejor candidato para que desarrollara una unidad lectora para la nueva máquina de Nintendo, compañía que parecía haberse dejado seducir por esta tendencia, impulsada además por lo que Sega estaba haciendo con su Genesis (recordemos que en ese entonces Ninty sí era una compañía muy tecnológica).  Además, Sony había desarrollado el chip de audio para la SNES así que las dos compañías no eran unas totales desconocidas (otra vez, la creación de ese chip estuvo bajo la tutela de Kutaragi)

Sin embargo los problemas tras bambalinas ya se estaban gestando desde hacía un tiempo y el anuncio que dio Sony ese día, fue un anuncio muy desafortunado.  Las discusiones entre Sony y Nintendo llevaban ya algún tiempo y se debían principalmente a cuestiones económicas. Sony pretendía quedarse con las ganancias por las ventas de los juegos en formato de CD mientras que las ganancias por los juegos en formato de cartucho seguirían siendo para Nintendo.  Por supuesto que para la mayoría de los mortales esto parecería un trato justo. La tecnología de los CD's era de Sony después de todo así que ellos tenían derecho de ganar por su creación y Nintendo seguiría ganando como siempre, por la venta de cartuchos. Pero para empresarios curtidos como los de Nintendo esto no era más que un vulgar insulto. Pretender quedarse con las ganancias de un mercado que ellos ya habían ganado era impensable. Era SU máquina. Serían SUS clientes. Serían SUS seguidores. Sería SU dinero.  Además el hecho de que entre los acuerdos se estipulara que el tema de la     distribución de las ganancias se trataría después terminó de fundir los nervios de Nintendo.

Así que un día después que Sony anunciara muy alegremente su ingreso al mundo de las consolas de la mano del gigante japonés, Nintendo dio su propio anuncio en el que dejaba en claro que sí, que la SNES sí tendría su lector de CD-ROM pero no de la mano de Sony, sería de la mano de Philips.
Esto fue un anuncio fulminante. Una noticia de esas que dejan a la industria en shock. Y vaya que Sony quedó en Shock.


Pero esto no se queda así!
Norio Ohga, presidente de Sony en ese tiempo, estaba lleno de ira. Comprensible. Dejar a una empresa de su misma sangre en favor de una extranjera como hizo Nintendo, fue una humillación pública y una falta de respeto de acuerdo a los códigos tácitos de las corporaciones y costumbres japonesas.
No solo eso, en el tema puramente empresarial y legal había un contrato de por medio, y Nintendo lo estaba ignorando vilmente.

Norio Ohga
En una junta durante el mes de Julio para planear los litigios en contra de Nintendo por la ruptura de contrato Ohga dijo: "Nunca nos retiraremos de este negocio. Continúen". Fue esa actitud en donde claramente estaban favoreciendo a su orgullo más que a otra cosa, la que dotó a la consola de ese espíritu único y que hizo posible sortear la cantidad de obstáculos que se les venían encima. Este consentimiento de parte del mandamás de la compañía fue lo que le permitió a Kutaragi tener los recursos necesarios para continuar con el proceso de creación. Juntó a un grupo de ingenieros que venían de desarrollar el motor gráfico profesional 3D-engine que se utilizaba para incluir animaciones  3D en transmisiones televisivas en vivo. "Tecnológicamente eso no estaba  millones de  kilómetros alejado de los videojuegos, pero era una estación de trabajo súper avanzada. Y la gran visión de Ken era tomar eso, aplicarla en grandes volúmenes y traerla a los  hogares" comenta Phill Harrison, quien se unió a Sony Europe en 1992 y que eventualmente sería presidente de Sony Computer Entertainment Worldwide Studios.

Lamentablemente, esa visión del señor Kutaragi no era compartida  por los poderes internos de Sony. La cúpula y grandes ejecutivos de la compañía estaba formada por personas mayores y que veían a la marca y su imagen como algo a lo que se le debía mucho respeto y que no se podían arriesgar a perder. Ese temor se incrementó no solo por lo que Nintendo les había hecho con el rompimiento de contrato sino porque además como un "acto de buena voluntad" , ellos le permitirían a Sony seguir involucrados en el proyecto pero solo en áreas que no se relacionaran  directamente con temas de juego. Esto claramente era un intento por apaciguar las aguas y frenar cualquier acto de Sony por entrar en la industria por su propia cuenta y evitar problemas legales.

"No hay consenso internamente en Sony sobre por qué nos aferramos a este negocio" escribió Kutaragi en su reporte laboral en Enero de 1992.  "Estamos gastando tiempo y perdiendo oportunidades mientras esperamos demasiado de Nintendo y lidiamos con ellos con honesta fe ciega" concluyó.

En  Mayo de ese año Sony detuvo las negociaciones finalmente y el 24 de junio hubo una reunión para definir si seguían con el proyecto por su cuenta o si se cancelaba definitivamente. La mayoría votó a favor de la cancelación definitiva, pero entonces Kutaragi reveló que había estado trabajando un sistema propio con base en el CD-ROM que sería capaz de procesar gráficas en 3D específicamente para reproducir videojuegos. Cuando el Presidente, el señor Ohga, le preguntó sobre el chip que necesitarían para semejante hazaña, Kutaragi respondió que necesitarían uno con un millón de matrices, lo que provocó la risa de Ohga. Para ese entonces lo más que podían producir en la compañía era uno de 100.000. Es en este momento en el cual la vida de la consola se define. Al ver la duda de parte del presidente, Kutaragi le hace la mejor pregunta que he leído en mi vida: "Se va a sentar y aceptar lo que Nintendo nos hizo?". El recordatorio volvió loco a Ohga. Kutaragi lo sentenció: "No hay esperanza de ningún tipo de adelanto con una máquina Nintendompatible de 16-bit. Fijemos nuestro propio curso".  Y lo hicieron. Y de qué manera.


Continuará

4 comentarios:

  1. Increìble, lo que comenzò como una alianza entre compañìas, terminò siendo la pìedra en el zapato de uno (nintendo) y el èxito para otro (sony), pero los dos nos han demostrado que tienen grandes cosas y que aùn teniendo grandes catalogos y diferentes plataformas pueden ofrecernos màs obras de arte...

    Un aplauso para Sony, porque no se dejò intimidar y contra todos los pronosticos se posicionò y logrò posicionar su "maquinita" en el mercado y vaya como lo logrò; aunque esperamos que con su nuevo "PLAYSTATION MOVE" no intente copiar a nintendo, de momento mis mas sinceras felicitaciones para los chinitos de sony y suerte con el "MOVE"...

    Tengo la plena seguridad de que me van a seguir sorprendiendo....

    Tambièn gracias a vos Wicho, solo que seguì con el artìculo porque me dejaste en suspenso...

    Exitos...
    Peche2310

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  2. La verdad la historia de esta consola me sorprendió bastante la primera vez que la leí, de eso hace ya muchas, muchas lunas. Atento que esto sigue en unos días. ;)

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  3. ya vio que sigo aprendiendo...

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  4. Mássimo. qué bueno verla por acá. espero que esto se vuelva una costumbre ;)

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